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domingo, 30 de junio de 2013

18. Assault on Precinct 13 / Asalto a la Comisaria 13



Ficha Técnica




Título Original: Assault on Precint 13
Título: Asalto a la Comisaria 13
Director: John Carpenter
Guion: John Carpenter
Productor: J. Stein Kaplan
Actores: Darwin Joston, Austin Stoker, Laurie Zimmer, Charles Cyphers
Dirección de Fotografía: Douglas Knapp
Edición: John T. Chance (John Carpenter)
Año: 1976
País: Estados Unidos

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0074156/reference





 
Una blanca y caliente noche de odio!
 
 
 
 
Captain Collins: “Ya no hay héroes, solo gente que sigue órdenes
 
Napoleón: “No puedes discutir con un hombre confiado

 



Desde su primera película, John Carpenter ya mostraba indicios de tener un talento innato para el cine y lo demostró con creces en la segunda. Es así, que Asalto a la Comisaria 13 resulta ser una obra de culto, que a pesar de contar con un increíble poco presupuesto, logra resultados sorprendentes, que son posibles solamente gracias al director estadounidense. Y es que esa capacidad de Carpenter fue notada por algunos inversores, que al ver Dark Star de 1974, quisieron financiar su segunda película, dejando que hiciera lo que el director quisiera (algo muy extraño, pero sin duda un acierto total), y la verdad, no los decepcionó, ya que se trata de una de sus mejores obras cinematográficas y todo un clásico del cine.

La película cuenta el argumento de “Ethan Bishop” (Austin Stoker), un policía de Los Angeles, al que se le asigna el encargo de la comisaria 9 del distrito 13 (es particular que el nombre de la película sea equivocado, ya que la acción no transcurre en la comisaria 13), comisaria que está a punto de cerrar, debido a que será trasladada de dirección, por lo que no quedan guardias, casi ninguna arma, ni personal de la policía en el lugar. Al mismo tiempo, un prisionero, “Napoleon Wilson” (Darwin Joston), uno de los criminales más peligrosos y custodiados, es trasladado hacia otra prisión para ser ejecutado en la silla eléctrica, pero en el bus en el que lo transportan hay un prisionero enfermo, por lo que deben parar en la comisaria 9. Mientras tanto, en la ciudad hay una pandilla, de la que hacen parte una gran cantidad de delincuentes, que se divierten por la ciudad asesinando indiscriminadamente a su gusto, en una de esas muertes, el padre de una niña asesinada por ellos, decide vengarse, hecho por el cual lo terminaran persiguiendo hasta la comisaria 9, lugar al que llega buscando auxilio. Es así, que todos los personajes adentro de la comisaria deben de resistir a los ataques de la enorme y peligrosa pandilla, mientras nadie en el vecindario se percata de ello.

Como la mayoría de largometrajes de Carpenter, Asalto a la Comisaría 13 logra permanecer en la memoria del espectador y es capaz de convertirlo en un fanático de su cine, ya que el director posee un estilo muy marcado, que impresiona y que enamora. El realizador como es costumbre, refleja una recursividad tremenda y logra que el bajo presupuesto pase desapercibido o que por lo menos, sea algo que no tiene relevancia, debido al argumento, a la puesta en escena, a su trabajo con los actores, a sus composiciones musicales y a su dedicación y pasión por sacar adelante la película. Por ejemplo, el talento del realizador se demuestra en que él quería grabar un Western, pero como el presupuesto no alcanzaba para recrear esa época, plantó el argumento en la ciudad, siendo una especie de Western moderno e influenciado por su director de cine favorito, Howard Hawks y su película Rio Bravo de 1959. Tiene sentido, que este sea el filme en el que más se divirtió John Carpenter en su carrera.




El guion es brillante, a pesar de la similitud con la mencionada Rio Bravo, plantea situaciones únicas y que mantienen la atención del espectador hasta el final. El argumento cuenta con secuencias muy bien estructuradas, con situaciones que se van mostrando de forma fluida y de forma magistral, ya que se muestran tres situaciones distintas, que al parecer no tienen como encontrarse (especialmente por la de la pandilla y el padre de la niña), pero que construyen un relato fenomenal. Cuando dichas situaciones planteadas se encuentran, la tensión dramática va subiendo y toda la atención se centra en la comisaria y lo que sucede allí. El relato además cuenta brillantemente lo que deben vivir los personajes encerrados en la comisaria, al enfrentarse a una cantidad de personas que los superan en número, pero que luchan por sobrevivir utilizando el trabajo en equipo y superando cada obstáculo que aparece. Además, los personajes son muy carismáticos y particulares, muy del estilo de Carpenter, destacándose por encima de todos, “Napoleón”. El personaje es sin duda otro de los míticos de las películas del realizador, como en el caso de “Snake Plissken”, solo que no tiene tanto reconocimiento como se merece. Es un personaje que tiene un estilo que impacta, es un antihéroe y es protagonista (algo que llama la atención, pero se disfruta al máximo), pero logra crear identificación instantánea con el espectador, porque se sabe ganar ese derecho, con unos diálogos brillantes, con una personalidad muy bien pensada y con la ayuda de la actuación de Darwin Joston. Ese personaje tan interesante, está basado a su vez en otro, el de “Harmónica” (Charles Bronson) en la película C'era una volta il West (Once Upon a Time in the West / Erase una Vez en el Oeste / Hasta que Llegó su Hora de 1968, dirigida por Sergio Leone), ya que hay algunas frases que dice “Napoleón” que son similares a las que salen en la película de Leone. Además, la relación de “Napoleón” con “Ethan” tiene un tratamiento muy bien desarrollado, ya que al inicio se plantea una especie de choque entre los dos (debido a la oposición natural de sus roles de policía y prisionero), pero luego esa relación se va fortaleciendo y logran compenetrarse eficazmente. La interacción de “Napoleón” con los demás personajes está muy bien construida, destacándose también la que tiene con el personaje de “Leigh”, ya que en ella encuentra una conexión extraña pero cercana, ya que ella tiene una personalidad similar a la de él. También cabe mencionar, la destreza del guion para hacer que los prisioneros en la comisaria deban ser liberados y se tenga que recurrir a su ayuda para poder pensar en sobrevivir, un elemento que llama mucho la atención y muestra a su vez, de forma más profunda, las personalidades de los prisioneros, especialmente de “Napoleón”. Otra referencia directa de la trama de la cinta, es la película de George A. Romero Night of the Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes de 1968), pero en lugar de Zombis, se pasa a los pandilleros, que también parecen totalmente deshumanizados. Sin duda, las secuencia adentro de la comisaria están excelentemente construidas, secuencias llenas de acción y tensión, con un argumento que además, posee un relato y una situación mítica, por lo que la película llegó a tener un remake en 2005, dirigido por Jean-Francois Richet, el cual es interesante  y sobresaliente, aunque no logra llegar al mismo nivel de la original.




Como es común con Carpenter, las actuaciones se destacan, debido a que él también sabe escoger muy bien a sus actores, así no sean reconocidos. Darwin Joston era el vecino de Carpenter en esa época, razón por la cual tuvo un fácil acceso a la cinta, logrando destacar a su personaje y darle un estilo impactante. Se trata de un papel que resuelve de forma acertada el actor, mostrando que el personaje lamenta lo sucedido en el pasado (en el que asesinó a varias personas, aunque no se explica cómo ni por qué), y reflejando además, que el personaje tiene su lado bueno. Austin Stoker hace un buen trabajo, su papel refleja a un hombre serio, responsable y que sabe manejar las situaciones difíciles y que ocurren de imprevisto de forma correcta. Y Laurie Zimmer se destaca impresionantemente, ya que su desempeño es único. Su actuación en la película posee una inexpresividad y una dureza que es extraña en un personaje femenino, y es que se trata de un personaje que no se ríe, que es rudo y la actriz logra transmitir esa sensación de forma correcta al espectador. La actriz no estuvo para nada contenta con su trabajo actoral, pero Carpenter tenía la razón, ya que él sí estuvo muy conforme con ella.  También está la presencia de Charles Cyphers, que hace su primera contribución con el director, haciendo un buen papel, instigando a “Napoleón”, aunque su personaje muere pronto dentro del argumento.
La fotografía es fenomenal, cada plano está acorde y en armonía con la importancia del filme y el trabajo visual de ese modo, resulta ser sobresaliente. Se destaca el desenvolvimiento de Carpenter y el director de fotografía Douglas Knapp, mostrando la ciudad al inicio de la película, ya que en compañía de una edición excelente, logran mostrar las tres situaciones que suceden al tiempo sin perder el ritmo y sin que la atención decaiga en ningún momento. Claro está, la escena en que asesinan a la niña, llama mucho la atención y sobresale porque es de hecho, una de las pocas películas en el mundo que muestra directamente y sin censura, la muerte en pantalla de un niño. Cada una de las escenas dentro de la comisaria cuando empieza el enfrentamiento y la resistencia, son brillantes. Por ejemplo también, la escena del final, cuando los personajes se defienden con una tabla, para cubrirse de los ataques de la pandilla, en medio de un pasillo en el que la tabla ajusta casi perfectamente y sirve como escudo. 



 
Es emocionante y es de hecho las imágenes que erizan la piel, cuando se empieza  a ver la película y se escucha esa melodía, esa canción que  impacta y se queda en la mente del espectador para siempre. Claro está, la música es muy importante en el filme y logra trascender para ser una de las mejores compuestas por Carpenter y una de las que mejor acompaña las imágenes de una película suya. Es así que las canciones parecen otro personaje más, que está presente durante todo el metraje y que ayuda a que la película alcance un alto nivel.

Asalto a la Comisaria 13 es una excelente película, que vale la pena ver múltiples veces sin que llegue a cansar, ya que se trata de una obra brillante, que aún hoy no ha perdido su importancia y que sin duda, sigue impresionando a las personas que la ven. Esta es otra más de las películas clásicas y míticas del director, que cuenta con uno de los mejores argumentos del cine, siendo una de las mejores películas de los setenta y del cine en general.
 
Tráiler
 
 
- No Creo en las propinas... pero sí en el cine - Ash
"Harán tumbas sus catedrales y
cementerios sus ciudades"
 


jueves, 13 de junio de 2013

17. Dog Soldiers




Ficha Técnica

Título: Dog Soldiers

Director: Neil Marshall

Guion: Neil Marshall

Producción: David E. Allen, Christopher Figg y Tom Reeve

Actores: Sean Pertwee, Kevin Mckidd, Lian Cunningham

Dirección de Fotografía: Sam McCurdy

Edición: Neil Marshall

Año: 2002

País: Inglaterra, Luxemburgo, Estados Unidos

 

 

 

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0280609/reference

 

 

 

 

 

 Seis hombres. Luna Llena. Ninguna


  Posibilidad.


 
 
 


 
 

Megan: “hasta hoy creías que había una línea entre el mito y la realidad. Puede que fuera una línea delgada algunas veces, pero al menos había una línea. ¡Esas cosas afuera son reales! Si ellos son reales, ¿qué más es real? Ahora sabes qué es lo que vive en las sombras. Nunca tendrás una noche de sueño mientras sigas vivo” 

 

 
 
 

En el cine de terror actual no hay una buena cantidad de películas que sobresalgan de manera significativa, ya que en su mayoría, utilizan los mismos recursos de siempre o simplemente resultan ser obras menores. Pero hay algunos directores jóvenes que están haciendo un buen trabajo, recordando el tipo de largometrajes de terror que se hacía en épocas anteriores y que reivindican la importancia del género para el cine y para los cinéfilos. Es así que por ejemplo Ti West, James Wan o incluso Darren Lynn Bousman, intentan realizar filmes innovadores, pero que conservan esa magia del pasado,  como en el caso también de Neil Marshall, que con su ópera prima, mostró una gran película y uno de los mejores largometrajes acerca de Hombres Lobo.

La película cuenta el argumento de un grupo de soldados, que son llevados a un bosque lejos de la civilización para un entrenamiento de guerra. Pronto descubren que se trata de algo más, que lo que sucede allí es algo serio y que se deben enfrentar a ello. Un grupo de licántropos perseguirá a los soldados, que son ayudados por una extraña mujer, por lo que se encierran en la única casa que hay alrededor para intentar resistir el ataque de las bestias.

Neil Marshall hace un debut cinematográfico perfecto, con una película que cualquier aspirante a director quisiera haber dirigido y que demuestra toda su capacidad para el cine, ya que además de la dirección, escribe el guion y se encarga de la edición. El realizador británico realiza una película de Hombres Lobo que surge de las muchas que hay, para alcanzar lo más alto, al lado de la mítica An Amercian Werewolf in London (un Hombre Lobo Americano en Londres) de John Landis de 1981 o Silver Bullet (Bala de Plata) de Daniel Attias de 1985. El realizador dirige muy bien a sus actores y lleva a la pantalla de forma acertada el guion, con una puesta en escena brillante, creando una atmósfera perfecta y manejando los ritmos del argumento de forma excelente.

El guion está estructurado de forma sobresaliente, con unos diálogos precisos y correctos, con secuencias únicas y muy bien desarrolladas y con personajes bien construidos y que llevan el peso de la trama de forma adecuada. Las secuencias del inicio de la película, donde se conoce a los personajes y que sirven a su vez como una introducción, están brillantemente utilizadas, ya que predicen de alguna forma lo que está por ocurrir. Primero está la secuencia, donde “Cooper” (Kevin McKidd) está buscando entrar a las Fuerzas Especiales, que dirige el capitán “Ryan” (Lian Cunningham), uno de los tantos antagonistas del filme (junto con los Hombres Lobo y Megan); recibe órdenes de matar a un perro y no lo hace, esto provoca que “Ryan” no lo tenga en cuenta para la selección de su equipo y comience un resentimiento hacía el soldado. Es una secuencia que muestra desde el comienzo el aspecto psicológico de “Cooper” y su forma de ser, así como la de “Ryan”, que es totalmente distinta a la suya, además de que la presencia del perro predice lo que se viene en la trama. Otra secuencia es la de la conversación de los soldados en la fogata, es una importante secuencia porque sus diálogos tienen que ver con sus miedos y con la muerte, algo que sin duda también tiene mucho que ver con lo que sucede después (el baño de sangre que están por sufrir) y que es como una especie de introducción a la siguiente parte de la película. El guion se va estructurando de forma ascendente, con el nivel de tensión y un ritmo dramático que va in crescendo también, a medida que pasa el metraje. También los personajes resultan ser perfectos para la trama y cada uno tiene su importancia para la misma. El espectador se identifica de inmediato con ellos, incluso con los antagonistas y hasta con los mismos Hombres Lobo. Cada uno tiene su propia personalidad, distinta a su modo y muy particular, algo que los hace diferenciar de inmediato. Además, dentro del guion, hay otro elemento que es muy importante y es que hay pequeños detalles dentro del argumento, que hacen denotar un guion bien escrito (redondo), por ejemplo con el abrecartas que sale en la parte inicial de la película, con la pareja que es asesinada en la tienda de acampar; ya que hacia el final del filme vuelve a salir el objeto (hay simetría con base en él), por lo que además, tiene sentido la escena inicial (no solo sirve como gancho para el espectador, sino que toma mayor relevancia para el argumento). Otro detalle es el del reloj, porque al inicio “Spoon” (Darren Morfitt) se olvida de llevar su reloj al entrenamiento, entonces el Sargento “Wells” (Sean Pertwee) le presta el suyo y de ese modo se reconoce hacia el final de la película que “Spoon” está muerto. Algo que también es muy importante en la película es que los protagonistas tienen muchos obstáculos en su camino, por lo que deben de pasar por múltiples peripecias para conseguir su objetivo, que es sobrevivir. Los obstáculos son los antagonistas, que son varios en el filme y cada uno cumple un papel importante para que no se consiga el objetivo, además del instinto asesino de los Hombres Lobo, de la actitud de “Ryan”, está la forma como “Megan” juga con los soldados, haciendo que se vayan sacrificando y aconsejándolos equivocadamente de forma intencional, hasta que se destapa su verdadera identidad y sus intenciones, con un giro dramático bien utilizado, acabando con la posible historia de amor que el espectador pensaba que se iba a dar. Y claro está, a lo largo del argumento de notan muchos guiños o referencias a elementos que el realizador quiso agregar, como el nombre del sargento (Harry G. Wells) que recibe su nombre gracias al escritor H. G. Wells (uno de los favoritos del director). También está la referencia a Star Trek en la escena del chip en la radio, algunos elementos similares a la película Zulu de Cy Endfield de 1964 y a la película The Evil Dead de Sam Raimi de 1981, ya que uno de los personajes de Dog Soldiers, se llama “Bruce Campbell” (actor protagonista de la cinta de Raimi), se nota de esta forma la influencia de este clásico de terror, además también en la propia trama de la película, que ocurre en una cabaña en el bosque. Otra referencia que se podría notar, tiene que ver también con la trama y es las similitudes con la película Night of The Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes) de George A. Romero de 1968, pero en lugar de Zombies, se pasa a Hombres Lobo. Aun así, con las muchas referencias que tiene, la película resulta ser muy original y es un aporte importante para el cine de terror, el cine de Hombres Lobo y al cine en general.

 

 




 

El trabajo visual y de fotografía es estupendo, ya que se crea una ambiente perfecto para una película de terror, además que se cuenta con locaciones que fueron muy bien escogidas y el director hace unos movimientos de cámara que se desenvuelven muy bien por ellas, utilizando de forma inteligente el espacio que tienen a sus disposición. Hay múltiples escenas que se pueden destacar, por ejemplo muchas de las muertes que suceden, son planeadas y en compañía de unos muy buenos efectos especiales, logran ser unas muertes excelentes y dignas de un filme de terror, con mucho gore. También está la visión o punto de vista de los Hombres Lobo, que a diferencia de muchas películas, es acertada, ya que muchas veces se recurre a mostrar una visión demasiado extraña, por ejemplo con usos de visión térmica o que no deja ver con claridad; pero en este caso se utiliza un blanco y negro que funciona muy bien y que aún si es sencillo, consigue dar una sensación eficaz. También claro está, la escena de las tripas de “Wells”, que son unidas y adheridas con un pegante, elemento que llama mucho la atención, por el que se recordará la película, además resulta muy interesante, debido a que el actor Sean Pertwee, realmente estaba ebrio en dicha escena. Y por supuesto, todo el segmento desde que los soldados entran a la casa, es totalmente brillante, cada escena se puede destacar, cada diálogo y cada situación que se presenta con los personajes.
Siguiendo con los efectos, a pesar de que se contaba con un bajo presupuesto (al ser una película independiente), se logra un resultado excepcional. La sangre y los órganos se ven creíbles y acompañan muy bien las muertes y mutilaciones que se utilizan. Además los Hombres lobo resultan ser de los mejores del cine, Hombres Lobo que caminan en dos patas (como en la seminal  The Wolf Man de George Waggner de 1941) y que tienen un estilo impactante. Sin duda se trata, de unos Hombres Lobo que son dignos rivales de los soldados. Se celebra que se haya recurrido en su mayoría al uso de efectos especiales reales, es decir, maquillaje, Hombres Lobos construidos para la película con vestuario y animatronics para que no se pensara tanto en los efectos digitales.






Algo muy importante, es que al ser un reparto que en su mayoría resulta desconocido para el espectador, se provoca que no hayan predisposiciones frente a sus desempeños y sigue siendo igual de eficaz el resultado. Primero está el actor Kevin Mckidd, que hace un papel excelente (gracias también a lo bien escrito que está su personaje), mostrando con acierto la manera de ser de “Cooper”, su dedicación, su moral intachable y su capacidad de liderazgo. Incluso se muestra su resentimiento hacia las mujeres, confirmándolo cuando ocurre el giro dramático en el argumento y evidenciando parte de su pasado (la historia antes de lo que sucede en pantalla o los antecedentes que son muy importantes en la construcción de personajes). También es algo irónico que el personaje de “Cooper” defienda a los animales, particularmente a los perros y se vea obligado a asesinar Hombres Lobo. Otro actor que hace un magnifico desempeño es Sean Pertwee como el sargento “Wells”, que es una especie de maestro y amigo de “Cooper”, como no lo fue “Ryan” y que es además un buen líder del grupo de soldados. El actor logra imprimir a su personaje seriedad a la vez de un humor elegante y sobre todo, un respeto muy alto, que se supo ganar de sus hombres. Lian Cunningham también se destaca como el antagonista de la película, reflejando de forma eficiente un malestar que siente el espectador por la forma de ser de su personaje. Además el resto del reparto, que es poco, también hacen trabajos formidables, creando una conexión, cada uno a su manera, con el espectador y exhibiendo detalles que construyen de forma acertada las personalidades de sus personajes.
La película tendrá próximamente una secuela en el 2014, aunque se espera con expectativa, es muy difícil que logra tener el mismo nivel de la primera, además porque no la dirige el mismo realizador. Muchos eligen a la segunda película de Neil Marshall (The Descent –El Descenso-de 2005) como su mejor cinta hasta la fecha, aunque realmente es también una excelente película,  Dog Soldiers sobresale de entre toda su filmografía (que es poca) y permanece aún en lo más alto, siendo realmente su mejor largometraje, un filme que resulta ser uno de los mejores de terror de los últimos años y que refleja que se pueden realizar películas de género de calidad.
 
Tráiler
 
 
 
 
 
 
- No Creo en las propinas... pero sí en el cine- Ash
"Vas a ladrar todo el día perrito, o vas a morder?"